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Transfuguismo y oportunismo sin vergüenza

Seguimos jodidos

Publicado: 2016-01-25

Sin duda, con la actitud de los que dicen ser políticos en este proceso electoral en que elegiremos no solo a un nuevo presidente del país, sino, además, a legisladores de uno de los poderes del Estado, el Perú continúa su rumbo a seguir jodiéndose. Nuestro país, desde el momento en que nació como República, pareciese que continúa su derrotero a una nación del oportunismo y de los que observan ese oportunismo. Esto debido a que no tenemos una sociedad debidamente estructurada y definida. Por el contrario vemos una élite que no se preocupa de fortalecer la nación, sino de beneficiarse así misma. Que no nos extrañe porque es histórico.  

Los movimientos políticos y los pocos partidos políticos que quedan, en esta campaña electoral que está en proceso, nos han mostrado el comportamiento indignante de los “políticos”. No representan a una organización política, sino a sus propios intereses. El transfugismo es descarado y de poca vergüenza en los candidatos. El pragmatismo mediático se superpone a la doctrina de la organización política, cambian de movimiento político como pasaran de una combi a otra.

En tanto, el electorado que observa solo espera el día “D” y ahí tomará una decisión para mal o para bien. Lo más seguro es para mal. Tenemos políticos “nómades” que abandonan sus partidos para ubicarse en otros no para defender a quien representa, sino para enriquecerse con leguleyadas a favor de los grandes poderes fácticos. Lo sorprendente es que las reglas de juego, es decir, la ley para acceder a ser autoridades en procesos electorales no elimina todo aquello que hace daño a la democracia. Sobre todo no ayuda a fortalecer la democracia política en nuestro país.

Desde la instalación del modelo neoliberal en el Perú, en los años 90, los clubes de amigos se convirtieron en Movimientos Políticos y son éstos los que gobiernan el Perú en medio de acusaciones de corrupción. Nadie hace nada para cambiarlo. Todos solo miran como vamos al barranco de la destrucción de nuestro país como Nación. Corrupción en las instituciones del Estado, delincuencia organizada expresada en el sicariato, un Estado ausente y si está presente es para ser cómplice, organizaciones sociales enfrentadas con las instituciones del Estado… son expresiones con las que caminamos a destruir el país de los antiguos peruanos y de los de hoy.

En este proceso electoral es evidente que pretenden apoderarse del Estado no candidatos que representen al electorado, sino tránsfugas oportunistas que buscan empleo como autoridades y enriquecerse con los arreglos tras el poder político que está subordinado por el económico. La captura del Estado por estos independientes nos hace que avancemos al final de la Republica fundado luego de la independencia. Un final nada bueno, sino de destrucción de las instituciones y de la moral de una nación.

Pero no solo es pesimismo y crítica visceral, sino propuesta y esperanza de cambiar nuestra nación. Solo se logrará con la reforma de la ley de los partidos políticos, una reforma profunda que extirpe de raíz a los movimientos políticos mediáticos sin doctrina, sin organización. Que expulse y castigue a los tránsfugas mediáticos y oportunistas. También se logrará con la iniciación de la conciencia política de la sociedad civil, es decir, la ciudadanía tiene que informarse y educarse en política porque ésta no es mala, sino está siendo mal practicada. La ciudadanía tiene que observar de cerca a los políticos y con las leyes hacer que fortalezcan nuestra democracia política.


Escrito por

El Moscón

De José Novoa Molocho. Periodista. Pedagogo. Bloguer. Tres vicios: leer, escribir y contar historias


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